La gestión ambiental y el desarrollo regional, están íntimamente ligados, de forma que es imposible hablar de gestión ambiental, sin hacer referencia al contexto regional, debido a que es en la región, donde ocurren los más importantes procesos ambientales, es decir, territoriales, pues estos dos conceptos tienden en la práctica a significar lo mismo. En un proceso de gestión Ambiental, es primordial identificar los “Hechos Regionales” de tipo ambiental, que se presentan en el territorio, lo que se verá reflejado en un excelente ejercicio de diagnosis, debido principalmente, a que es imposible diagnosticar un territorio desde el interior de los limites político-administrativos, es necesario romper el esquema y los criterios de los límites municipales, y pasar a un siguiente nivel, LA REGIÓN, pues es indiscutible que las ciudades son sistemas abiertos que interactúan e interdependen de las ciudades que las circundan, incluso se llega a hablar de “regiones virtuales”, donde no es necesario que los entes territoriales tengan vínculos de tipo limítrofe directo.
Por estas razones abordar la gestión ambiental y en específico la urbana, que vendría a ser la gestión ambiental de la ciudad, es un proceso de carácter sistémico, donde una de las figuras más pertinentes para abordar el tema es la región, pues sería la dimensión más conveniente y apropiada para abordar la gestión y el desarrollo territorial.
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